Mucho tiempo los ronquidos se han considerado solo una molestia. Sin embargo, no son algo que deba ignorar.
Casi todas las personas roncan de vez en cuando, pero para algunas personas esto puede ser un problema crónico. A veces, también puede indicar la presencia de una enfermedad grave. Además, los ronquidos pueden ser una molestia para la pareja o las personas con quien conviva.
Si bien el ronquido es una manifestación muy frecuente, no es considerado un evento fisiológico normal, por el contrario, su presencia evidencia algún grado de obstrucción parcial de la vía aérea superior (VAS). Por eso, la presencia de ronquidos nos va indicar que algo malo está pasando en nuestras vías aéreas.
Cuando las personas duermen, los músculos de la garganta se relajan y la lengua se retrae en la boca. Si las vías áreas están muy estrechas, impide que el aire ingrese libremente, produciéndose así el ronquido. Cuando esto sucede, y la persona intenta respirar, las paredes de la garganta vibran. El sonido que se produce cuando la garganta vibra para intentar pasar el aire, es el ronquido.
Muchas personas consideran que el roncar implica un feliz sueño; sin embargo, es todo lo contrario. Roncar es una expresión sonora de lo mal que está durmiendo, además de ser un signo de alarma de un posible trastorno del sueño asociado, llamado Apnea Obstructiva del Sueño (AOS).
Existen varias causas que favorecen el cierre de las vías aéreas y son factores predisponentes para los ronquidos. Se conoce que la prevalencia de ronquidos aumenta con la edad, con mayor predisposición por los hombres. En general, entre las causas más frecuentes están:
- Una mala morfología de las vías respiratorias como un estrechamiento de los cornetes nasales o una lengua muy grande o ancha, etc. que puede provocar una obstrucción nocturna que produzca el ronquido.
- La presencia de sinusitis crónica, alergias, el uso de pastillas para dormir o la costumbre de respirar por la boca, también pueden ser factores predisponentes para el ronquido.
- Hábitos nocivos como el tabaquismo, el cual puede provocar inflamaciones a nivel de la zona traqueal y nasal o el alcoholismo, que es un potente depresor que provoca una relajación de los músculos del cuello, provocando la estrechez parcial de la faringe, así como de la cavidad nasal.
- La Obesidad y grasa acumulada en el cuello puede llegar también a obstruir parcialmente la tanto la faringe como la laringe y provocar el ronquido.
- El dormir boca arriba y mover la cabeza hacia el pecho, obstruye la faringe y la cavidad nasal. Algunos médicos recomiendan a los pacientes que roncan que se cosan una pelota de golf en la espalda del pijama para impedir que al voltearse queden boca arriba y así acostumbrar al cuerpo a dormir de lado.
- La presencia de la Apnea Obstructiva del sueño, que es un trastorno del sueño potencialmente grave, que consiste en que la respiración se detiene y recomienza repetidas veces. Un indicador de este trastorno es el roncar fuertemente y sentir cansancio incluso después de una noche completa de sueño. La apnea del sueño, además puede traer complicaciones como una gran somnolencia diurna, fatiga e irritabilidad.
Para un buen diagnóstico e identificar la causa del ronquido es imprescindible acudir a un médico especialista en medicina del sueño para que pueda descartar un trastorno del sueño a través de una polisonografía y otros exámenes.
Entre las consecuencias que traen los ronquidos producto de un mal descanso y mala ventilación de las vías aéreas, están el cansancio diurno, somnolencia y falta de atención, que puede ser peligrosa cuando se conduce o en el trabajo, ocasionando accidentes, también trae nerviosismo y ansiedad, incluso dolor de cabeza, dificultad para hacer razonamientos lógicos, pérdida de memoria y problemas del comportamiento.
Por otro lado, los ronquidos también pueden afectar a la salud cardiovascular por falta de descanso y oxigenación, provocando hipertensión o alteraciones cardíacas. Y finalmente, en las relaciones de pareja puede ser una fuente de inestabilidad que termine con la relación si no es posible controlar los ronquidos, los cuales impiden un buen descanso.